miércoles, 14 de junio de 2017

El paso del tiempo no tiene sentido.
Vamos hacia adelante a toda marcha,
y nadie sabe ni porque ni para qué.
Que absurda es la vida.

Hoy me pinto los labios,
porque he perdido la esperanza.
Y ya no hay colores en mi vida
ni escondites, ni danzas,
ni gritos, ni penurias.
Todo se ahoga en la nada.

La nada de la que se disfrazan mis palabras, que son más de las sombras que de mis labios.
Y firman siempre con la última oración que me dejó sin aliento:

Me marcho para no volver.

Y yo pequeña y de cristal, cayendo para romper con lo que fui, lo que soy, lo que podría haber sido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario